Las minas del Rey Salomón es una de esas historias de las que casi todo el mundo ha oído hablar. La película de 1950 protagonizada por Stewart Granger y Deborah Kerr se acabó convirtiendo en un clásico (sobre todo de las reposiciones de TVE del sábado por la tarde ¡qué tiempos! cuando yo era un pelín más joven). Pero si bien es fácil que la gente conozca la historia y que incluso haya visto la película, apostaría a que la mayor parte del mundo no ha leído la novela. Pues bien, yo lo he hecho, y después de tan ardua tarea me puedo permitir el lujo de, creo que por primera vez en mi blog, escribir de un libro cuya lectura no me atrevo a recomendar. No me malinterpreten. El libro no es que sea demasiado malo, es sólo regular, con pasajes entretenidillos y otros que no sé si calificar de tostón o de truño. Pero en el fondo se pasa un rato agradable leyendo sobre las aventuras y desventuras de Allan Quatermain (sí, el personaje dejó bastantes secuelas tras la novela hasta convertirse, in...
"La ideología es una camisa de fuerza que impide el fluir del libre pensamiento" (Américo Castro)