Los empresarios y directivos se encuentran siempre rodeados de dilemas. Con los recursos que tienen a su disposición pueden hacer varias cosas: invertir para ganar más dinero, contratar más empleados, subir los sueldos, repartir beneficios a los accionistas, crear una guardería para los hijos de los trabajadores, donar recursos a ONGs, abrir una cuenta secreta en Suiza y no decírselo a nadie... Muchos empresarios, creo, tienen resuelto el problema. Su misión es generar riqueza y sus acciones están dirigidas fundamentalmente a conseguir ese objetivo. No es malo, ya que la generación de riqueza es, probablemente, una de las mejores aportaciones que las empresas pueden hacer a la sociedad. Pero indudablemente, pueden hacer otras cosas. En mi carrera de publirreportero (anterior a la de comunicador empresarial), tuve la oportunidad de entrevistar a cientos de empresarios en todo el mundo. Quizá lo que más me llamó la atención en aquel periodo fue el discurso monocorde que encontré en todo...
"La ideología es una camisa de fuerza que impide el fluir del libre pensamiento" (Américo Castro)