Es cierto que en toda la América hispanohablante los españoles nos entendemos perfectamente con todo el mundo. Muchas veces, ni nos fijamos en las diferencias de uso de vocabulario entre unas zonas y otras. Simplemente hablamos y nos entendemos. Los niños, sin embargo, que son mucho más observadores que los adultos, tienden a fijarse más en las pequeñas diferencias. Además, como sucede que ellos tienen menos experiencia y trayectoria vital, ocurre que a veces se quedan quietos (como bloqueados) al escuchar una frase que les suena extraña. Por ejemplo, si uno va por una calle de Córdoba en Argentina, puede que escuche la siguiente frase... "Ponete la campera y subite a la vereda, que ya viene el colectivo" ... que si bien es comprensible para un adulto, a un niño de España le resulta muy extraña y lo más probable es que haga caso omiso. Dicha frase, traducida al español de España, sería... "Ponte la cazadora y súbete a la acera, que ya viene el autobús" En ...
"La ideología es una camisa de fuerza que impide el fluir del libre pensamiento" (Américo Castro)