Leo en la solapa de Los Girasoles Ciegos que Alberto Méndez , su autor, falleció ocho meses después de ver publicado este libro, su única obra. El destino es a veces ingrato. Quizá si Alberto Méndez hubiese tenido más tiempo nos habría deleitado en el futuro con algún otro relato excepcional, como los cuatro que componen Los Girasoles Ciegos. Y digo quizá porque, por otra parte, hay muchos autores que dan todo de sí en una obra y luego no logran superarse o siquiera acercarse al nivel que mostraron en su novela inicial. En el caso de Alberto Méndez no lo sabemos y nunca lo sabremos. Los Girasoles Ciegos -una obra que se popularizó por el boca a boca y que recibió un fuerte impulso comercial gracias a la película - es un conjunto de cuatro cuentos ambientados en la posguerra española, relatados desde el punto de vista de los vencidos. Los cuatro cuentos muestran una calidad literaria y una sensibilidad poco comunes (me ha resultado particularmente impresionante el segundo relato "
"La ideología es una camisa de fuerza que impide el fluir del libre pensamiento" (Américo Castro)