Uno ya es bastante mayorcito como para saber que los productos que devuelven los clientes se vuelven a vender como nuevos. Si te compras una camisa y, al vértela puesta a la luz natural, resulta que no te agrada el color y la devuelves, en la tienda o en la fábrica la plancharán, le volverán a poner todos esos incómodos alfileres, la meterán en una bolsa nueva y al estante otra vez. Esto debe ocurrir de forma similar en todos los sectores de actividad. En el caso de la informática, por ejemplo, si alguien no está satisfecho con un ordenador recién comprado y lo devuelve, lo suyo es que le quiten el polvo, le reinstalen el software por si el cliente ha modificado algo, lo empaqueten de nuevo y lo pongan a la venta. Si la devolución se debe a un fallo en un componente, se cambia la pieza y ya está. Si hay fallos generalizados, se aprovechan las piezas válidas para otros ordenadores. Por lo tanto, cuando compras un ordenador nuevo, puede que no sea tan nuevo. No tengo ningún problema con ...
"La ideología es una camisa de fuerza que impide el fluir del libre pensamiento" (Américo Castro)