Viernes 26 de noviembre. A eso de las 12:00 del mediodía, me dirijo resuelto a pasar el control de seguridad del aeropuerto. Sigo un ritual ensayado mil veces. Me desprendo en unos segundos de móviles, reloj, bolígrafos, cartera, tarjetas de identificación, paquetes de caramelos, gafas, llaves y demás quincalla que suelo llevar encima y lo meto todo en los bolsillos del abrigo (esto es más útil que depositar los objetos en la bandeja, luego al ponerte el abrigo lo llevas todo encima); pliego el mismo con mucho cuidado en una de las bandejas. Abro la pequeña maleta que llevo conmigo, saco el ordenador y lo pongo en otra bandeja, donde también deposito mi cinturón y la pequeña bolsa transparente de productos de aseo. Cargo como puedo con las dos bandejas con una mano y la maleta con la otra y me dirijo renqueante y haciendo equilibrios con las bandejas hacia el control. El único objetivo es llegar a la máquina de rayos X sin que se caiga al suelo el ordenador. La tarjeta de ...
"La ideología es una camisa de fuerza que impide el fluir del libre pensamiento" (Américo Castro)