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La especie elegida

La especie elegida es el título de un excelente libro de Juan Luis Arsuaga e Ignacio Martínez (investigadores de Atapuerca) que acabo de terminar.

Es, sin duda, el más científico -y por tanto el más difícil de digerir- entre los libros divulgativos de Arsuaga que he tenido el placer de leer. Aún así, sigue siendo tremendamente educativo y muy recomendable.

El libro ha contribuido notablemente a mi conocimiento sobre la evolución humana y sobre temas científicos relacionados con la investigación (el capítulo sobre la climatología es muy revelador y debería ser lectura obligatoria para los catastrofistas profesionales y divulgadores de miedo informativo). También es una obra que me ha producido cierta intranquilidad de espíritu por varias razones que quizá explique en otro momento.

Destaco estos hermosos párrafos del final:

... no nos dejemos llevar por un exceso de triunfalismo, porque también es cierto que desde los comienzos de las ideas científicas entre los griegos se han hecho muchos esfuerzos por situar a nuestra especie de espaldas a la naturaleza o, peor aún, por encima de ella. De aquí proceden algunos de los grandes problemas que aquejan a la humanidad en el momento presente. Sólo a partir de Darwin se ha comprendido que no somos la especie elegida, sino como dice Robert Foley, una especie única entre otras muchas especies únicas, aunque eso sí, maravillosamente inteligente.

Y no deja de ser paradójico que tantos siglos de ciencia nos hayan llevado a saber algo que cualquier bosquimano del Kalahari, cualquier aborigen australiano, o cualquiera de nuestros antepasados que pintaron los bisontes de Altamira conocía de sobra: que la Tierra no pertenece al hombre, sino que el hombre pertenece a la Tierra.

De Juan Luis Arsuaga recomiendo también El collar del Neandertal. Una auténtica joya.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Gracias profe por sus comentarios, acá en mi país (Colombia), no tenemos muchos docentes dedicados a la investigación, debido a la baja inversión a hacia la educación. El gobierno sólo fomenta más esta triste guerra. Nuestros educadores muchas veces deben encargar éste tipo de textos (como éste que usted reseña), a sus colegas europeos, porfa hable de nuestra precariedad educativa en donde pueda. Ayudenos desde sus palabras. MUCHAS GRACIAS