En los últimos días han aparecido dos advertencias serias sobre la evolución de la economía española:
En El Mundo: La ONU alerta de la 'especulación urbanística desenfrenada' en España
En The Economist: Bull run, the good times may no last (más o menos se traduce por: La carrera del toro, los buenos tiempos podrían no durar)
El primer artículo es más de lo mismo. Un aviso sobre la especulación desenfrenada -en este caso con el trasfondo de las dificultades para encontrar vivienda para los inmigrantes- que beneficia únicamente a los promotores. El observador de la ONU propone eliminar las ventajas fiscales de la compra de vivienda que, en su opinión, acaba siendo una subvención a las constructoras.
El artículo de The Economist es algo más profundo. Comenta los buenos momentos que han pasado las empresas españolas -de diversos sectores- que han tenido una buena expansión internacional en los últimos años. Pero el texto advierte sobre varios factores que se van a producir pronto y que van a pasar factura:
Un panorama un tanto pesimista y sombrío que quizá no lleve a ninguna debacle, pero que debe tener nerviosos a los directivos empresariales del país.
En El Mundo: La ONU alerta de la 'especulación urbanística desenfrenada' en España
En The Economist: Bull run, the good times may no last (más o menos se traduce por: La carrera del toro, los buenos tiempos podrían no durar)
El primer artículo es más de lo mismo. Un aviso sobre la especulación desenfrenada -en este caso con el trasfondo de las dificultades para encontrar vivienda para los inmigrantes- que beneficia únicamente a los promotores. El observador de la ONU propone eliminar las ventajas fiscales de la compra de vivienda que, en su opinión, acaba siendo una subvención a las constructoras.
El artículo de The Economist es algo más profundo. Comenta los buenos momentos que han pasado las empresas españolas -de diversos sectores- que han tenido una buena expansión internacional en los últimos años. Pero el texto advierte sobre varios factores que se van a producir pronto y que van a pasar factura:
- Las ventajas fiscales a empresas españolas por invertir en el exterior deben terminar este año, de acuerdo con la Comisión Europea.
- Demasiada dependencia de la construcción, que supondría aproximadamente un 10% del PIB. El artículo habla directamente de "housing bubble" (burbuja inmobiliaria), que se debe desinflar según van subiendo los tipos de interés en Europa. Si pincha o se desinfla, el sector constructor -que ha intentado diversificarse, pero no lo ha conseguido del todo- va a sufrir las consecuencias y puede arrastrar a otros sectores. La caída del consumo asociada a subidas de tipos, por cierto, también afectaría a otros sectores aparte del inmobiliario.
- A partir del próximo año, también comienzan a decrecer las inversiones de los fondos europeos. Eso afectará a las empresas constructoras del subsector de infraestructuras, que han sido las principales beneficiarias de estas inversiones.
Un panorama un tanto pesimista y sombrío que quizá no lleve a ninguna debacle, pero que debe tener nerviosos a los directivos empresariales del país.
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