Ir al contenido principal

Jugando al ajedrez a tiros (y mi guerra comienza el domingo)

Espero que no se sorprendan demasiado los -para mi desgracia pocos- lectores de este blog, por mi insistencia estos días en escribir sobre ajedrez. Hay dos motivos confluyentes para ello. El motivo A es la final del campeonato mundial de ajedrez en Chennai, en el que un rocoso Carlsen se está merendando  a Anand (también para mi desgracia, pues por motivos de edad, he optado por apoyar al segundo).

El motivo B es que la guerra comienza el próximo domingo 24 de noviembre a las 10 de la mañana. Es mi guerra. La de un aficionado del montón que, tras ocho años sin jugar partidas de competición oficial (mi última partida de liga data del 13 de marzo de 2005) decide volver a pintarse los colores en la cara, desenterrar el hacha de guerra y mandar la pipa de la paz a tomar vientos.

Sumen A+B y el resultado que encontrarán es que estoy en plena fase de mentalización para la batalla. Sé que voy a sufrir, que voy a estar desorientado y que es bastante probable que me calcen una buena serie de guantadas en la cara. Pero también sé que, solo enfrentándome a ese doloroso periodo conseguiré recuperar algo de forma y volver a disfrutar del ajedrez como antaño.

Como parte del periodo de calentamiento y mentalización, estoy paseándome por YouTube y descubriendo algunos atractivos vídeos de ajedrez. Entre ellos, he encontrado algunas joyas de lo que se llama Bullet Chess, una modalidad de ajedrez rápido en la que cada jugador debe jugar toda la partida en un tiempo máximo que oscila entre 1 y 3 minutos. También recibe el nombre de Lightning Chess.

La modalidad más común de ajedrez rápido es la denominada Blitz, con controles de tiempo de 5 minutos, o de 3 con incremento de tiempo por jugada realizada. De esta modalidad se celebran periódicamente campeonatos mundiales.

En el Bullet Chess (Ajedrez Bala o -en mi traducción libre- ajedrez a tiros), el cálculo de variantes está de más. Los jugadores se orientan reconociendo patrones y haciendo, en general, la primera jugada que se les viene a la cabeza. Algunas escenas de esta modalidad son hilarantes. Observen el final de la primera de las dos partidas que se ve en este vídeo.




Sí, yo tampoco sé quién ha ganado. Y es probable que los jugadores tampoco. No se pierdan la secuencia entre el minuto 1:50 y el minuto 2:35. Las piezas caídas por el tablero, jugadas ilegales... Al final, me hace muchísima gracia el movimiento de las manos de uno y de otro, explicando que la última jugada del blanco era ilegal (pues su rey estaba supuestamente en jaque), o el otro empujando el peón una casilla más atrás, o indicando que a fin de cuentas el negro había perdido por tiempo...

También pueden entretenerse mucho con este otro vídeo. Una larga partida, que incluye un complejo final de peones y se juega hasta el mate, dura sólo 2 minutos. En ocasiones veo piezas volando.



La partida anterior muestra una pericia técnica envidiable (el final de peones que juegan es difícil incluso con tiempo para pensar, y las maniobras que hace el tipo de la gorra con el rey para ganarlo no son nada sencillas).

Esta modalidad de ajedrez también suele jugarse en los clubes de ajedrez online. En este tipo de entornos, que tienen sus propios sistemas de rating y sus propios títulos de maestro (nada que ver con los títulos oficiales de la FIDE), es común que se desarrollen torneos y competiciones de ajedrez ultrarrápido.

No soy aficionado a los clubes online. Las pocas veces que he jugado he ganado con facilidad a oponentes muy flojos que se dejaban comer las piezas. Pero parece ser que hay auténticos virtuosos en estos clubes.

Para muestra, lo que el comentarista de este vídeo califica como la más hermosa partida de Bullet Chess jamás jugada. Es realmente espectacular. El negro sacrifica primero un caballo y después la dama para atraer al rey contrario hasta la primera fila y allí darle mate (este vídeo es largo, son 23 minutos porque analiza y comenta la partida extensamente).




Después de ver algo así (una combinación que cualquiera firmaría en una partida lenta), uno se pregunta si realmente se ha podido jugar una partida de estas características en menos de un minuto, o sí realmente eran humanos los jugadores (podrían ser ordenadores, pero el alto número de errores tácticos -detectados con la ayuda del ordenador como se ve en la segunda parte del vídeo- demuestra que son jugadores humanos).

También existe la posibilidad de que la partida no se haya jugado realmente, sino que sea una partida compuesta para engañar al personal y hacerla circular como si fuera verdadera (un hoax). Tal cosa no sería la primera vez que ha pasado en ajedrez, pero eso es motivo de otro artículo.

Comentarios