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Sin novedad en el frente. Diario del confinamiento, día 16: El pequeño placer de las buenas noticias


El ruido aturde. Y no solo los oídos. El ruido ocasionado por el incesante flujo de noticias, por las intoxicaciones informativas, las fake news, el politiqueo incesante, los cenizos de Twitter y los conspiranoicos aturde también el cerebro y el espíritu.

Y la mayor parte del ruido que nos rodea es, por desgracia, muy negativo. No es hora de ponerse de perfil y de ignorar las noticias para vivir aislado en una pequeña burbuja de felicidad ficticia. Hoy, más que nunca, es necesario mantenerse razonablemente bien informado y para ello hay que seguir las noticias y leer la prensa.

También puede uno sentir la necesidad de seguir lo que se cuece en las redes sociales. Esa comunicación más informal nos permite seguir las peripecias de muchos contactos nuestros, que quizá no veamos mucho a lo largo del año. Siguiendo esos contactos, vas sabiendo si familiares suyos o sus amistades están sufriendo o están bien, si alguno del entorno ha fallecido, si algún otro ha sido dado de alta… y tienes la oportunidad de enviar una breve nota de ánimo o de condolencia, de hacer saber a tus amigos que puedes dedicarles al menos un pensamiento.

Pero en las redes sociales hay que entrar más protegido que lo que debería ir el personal sanitario para atender a los pacientes de coronavirus. Aparte de ser un terreno abonado para las fake news y las conspiranoias, es tanta la bilis que destilan algunos canales y algunos usuarios que voy a empezar a quitar gente de mi lista de “following” sin piedad alguna. He borrado al primero y seguirán otros.

He sabido hoy, por ejemplo, que hay una ristra infinita de mensajes de médicos que aseguran que “después de darlo todo en urgencias” han dado positivo por coronavirus. Pues bien, se trata de perfiles y mensajes falsos creados con la evidente intención de generar determinado clima y determinado estado de opinión. Hay cientos de mensajes de ese tipo, quizá más que sanitarios enfermos. También hay buenas noticias en Twitter. He empezado a ver otros profesionales sanitarios que aseguran haber dado negativo tras pasar la enfermedad y que vuelven a las trincheras. Y deseo con todas mis fuerzas que esos mensajes sean verdad, y no creados por otro ejército de bots o de tuiteros a sueldo para generar un anticlima.

Entre tanto ruido negativo y confuso se agradece de vez en cuando el suave trino de las buenas noticias. No son muchas estos días, por desgracia, pero haberla, haylas. El diario El Economista se esfuerza cada día por ofrecernos Cinco buenas noticias para vencer al coronavirus. Es una iniciativa de un auténtico caballero de la prensa española, Antonio Lorenzo, a quien desde aquí mando un saludo.


Cierto que a veces tienen que escarbar para encontrarlas, pero son un soplo de aire fresco. Gracias a este esfuerzo sabemos que la velocidad de crecimiento del número de personas que se curan es 2,5 veces más rápida que el ritmo del repunte de los que enferman. Desde el 21 de marzo y hasta el pasado sábado, la cifra de casos confirmados ha crecido el 190%, mientras que los recuperados se dispararon el 478%.

También sabemos que en algunas zonas del país comenzamos a doblegar la curva. El incremento de nuevos casos se va reduciendo o estabilizando paulatinamente. De hecho, frente a los incrementos del 25% y del 30% de las semanas anteriores, ahora ese porcentaje ha menguado a la mitad, y está en el entorno del 13%.

Es una tendencia que corrobora otra fuente, Juan Abarca Cidón, presidente de HM Hospitales, quien cada día publica su particular “Parte de Guerra” en Linkedin. Aquí el primer párrafo de su parte de hoy:

Un día menos. La luz de la victoria está ahí... y la veo porque en los últimos días el número de ingresos nuevos (el único indicador fiable) en la CAM se mantiene estable en unos 2500 al día aprox. ... son muchos, pero no son más... y eso quiere decir que tras el confinamiento, que ha producido que se contagien familias enteras, es el máximo daño que nos hace el virus... lo peor es que de esos, un 5% necesitara UCI..., pero en unos días empezará a bajar el número de nuevos ingresos... así que hay que aguantar!!!

No, no vamos a cantar victoria. Es pronto para el entusiasmo y seguirán semanas muy duras, pero el crecimiento de la enfermedad se ralentiza.

La lectura de estos fragmentos de información positiva me produce pequeños momentos de placer, puesto que alimentan lo más preciado que podemos tener en tiempos de zozobra: la esperanza.

Ha transcurrido un día más, sin novedad en mi frente particular, pero habiendo sabido del fallecimiento de un pariente de una persona muy querida. A ella, a él y a sus familias les dedico al menos un tiempo de reflexión y un pensamiento.

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